AMSTERDAM, Holanda (BBC / Protestante Digital) El holandés Johan Huibers construyó una réplica del arca de Noé como un testimonio a su creencia en la existencia real de esta nave tal y como relata la Biblia. Huibers empezó su proyecto en mayo del 2005 después de soñar que Holanda sufría una inundación.
El arca, construida en la población de Schagen, tiene una altura equivalente a un edificio de tres pisos. Es una réplica exacta (hasta donde llega la información bíblica) aunque a una menor escala del Arca de Noé reflejada en el Antiguo testamento (en el libro de Génesis). Por detalles, hasta incluye parejas de animales en su interior. Modelos a escala real de jirafas, elefantes, leones, cocodrilos y bisontes –entre otros- decoran el interior del arca.
Huibers estuvo dos años enteros construyendo el arca, utilizando como materia prima madera de pino y cedro. Este es uno de los aspectos que queda en el aire en cuanto a la fidelidad al arca original que relata la Biblia, ya que los estudiosos de la Biblia no están seguros acerca de qué tipo de madera fue la utilizada para la construcción del arca original.
El holandés Johan Huibers en el interior del arca. |
La impresionante construcción fue abierta a la visita del público el pasado sábado, luego de casi dos años de trabajar en su construcción. La mayoría de la mano de obra ha sido realizada por el mismo Huiber.
El arca incluye un teatro de 50 sillas que muestra un segmento del filme "Fantasía" de Disney, que aborda la historia del Arca de Noé.
El diseño del arca ha sido elaborado por la esposa de Huiber, Blanca. No era partidaria de que su marido se metiera en este proyecto, pero como vio que de todas modos iba a seguir adelante con la idea, prefirió apoyarle y ahorrarle trabajo realizando ella misma el diseño, aprovechando sus conocimientos bíblicos y su capacidad para dibujar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deben ser de acuerdo al tema de la noticia o artículo. Comentarios fuera del tema o agraviantes no serán publicadas. Escribir todo en mayúsculas se considera como gritar y además, dificulta la lectura.