.......Primer Ministro Stephen Harper.
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TORONTO, Canadá (EFE/ACPress.net) Un vídeo del primer ministro canadiense causa gran polémica. En el vídeo se ve a Stephen Harper recibiendo la comunión católica en un funeral de Estado. La polémica viene porque el político es de fe evangélica o protestante y, además, no se ve cómo la ingiere. Integrantes de la Iglesia Católica canadiense han denunciado la actuación de Harper, y a los evangélicos tampoco les ha parecido nada bien lo que ha hecho el primer ministro.
Un vídeo que muestra al primer ministro canadiense, Stephen Harper, recibiendo la comunión católica en un funeral de Estado ha abierto una polémica intensa y pública en ese país porque el político es protestante y, además, no se ve cómo la ingiere.
En respuesta, un portavoz de Harper ha negado que el político haya guardado la hostia y fingido recibir la comunión, como se ha criticado en las últimas dias.
La cámara muestra al primer ministro, el pasado 3 de julio, recibiendo la comunión durante el funeral del ex gobernador general (cargo equivalente al de Jefe de Estado) Romeo LeBlanc, que era de fe católica.
La grabación se centra durante unos breves instantes en Harper, antes de que la transmisión se corte, pero en ningún momento se observa al primer ministro canadiense consumir la hostia, mientras sí lo hacen sus compañeros de banco.
El vídeo se ha convertido en pocas horas en uno de los temas de discusión más animados en las páginas de internet de los medios de comunicación canadienses.
Stephen Harper, durante el funeral.
Monseñor Brian Henneberry, vicario general de la diócesis católica de San Juan en la provincia de Nueva Brunswick, ha solicitado a Harper explicaciones sobre lo sucedido. "Si yo fuera el primer ministro, al menos ofrecería una explicación para decir que no quería ofender a nadie y clarificar lo que sucedió a la hostia consagrada", ha declarado Henneberry en el periódico Telegraph Journal.
Otros integrantes de la Iglesia Católica canadiense han denunciado en distintos medios de comunicación del país la decisión de Harper de participar en la eucaristía, dado que es un devoto protestante. "En la fe católica romana decimos que los católicos romanos son los únicos que deberían presentarse para comulgar porque creemos que estamos consumiendo el cuerpo y la sangre de Jesucristo", ha afirmado el portavoz de la archidiócesis de Toronto, Neil MacCarthy, al periódico The Toronto Star.
Por su parte, el arzobispo de Moncton, monseñor André Richard, también ha declarado a la televisión pública canadiense CBC que Harper nunca debería haber aceptado la hostia consagrada. "Solo los católicos pueden recibir la comunión. La ley de la Iglesia (católica) es la ley de la Iglesia (católica)", ha afirmado.
EXCUSAS OFICIALES POCO CONVINCENTES
Dimitri Soudas, portavoz del primer ministro canadiense, se ha escudado en que la imagen solo muestra durante unos segundos lo que pasó después de que Harper recibiera la comunión y ha asegurado que el gobernante si la consumió.
"Desgraciadamente, la cámara no se mantuvo el suficiente tiempo sobre el primer ministro", pero él "es un cristiano y cuando el prelado le ofreció la comunión, la aceptó y la consumió", ha afirmado Soudas. Soudas también ha justificado que Harper aceptase la hostia. "¿Quién es el primer ministro para cuestionar a un cura que le ofrece la comunión?", ha dicho el portavoz de Harper.
La actitud de Stephen Harper no es propio
de un evangélico que toma en serio su fe.
Tampoco a los evangélicos o protestantes les ha parecido bien que un hermano en la fe participe en una ceremonia que es contraria a sus principios, creencias y valores religiosos.
Para el Cristianismo Protestante tomar el pan y el vino es –con toda su importancia- un símbolo que Jesús estipuló en los Evangelios (y el apóstol Pablo en sus cartas) como recuerdo de la obra y muerte en la cruz del propio Jesús. Pero nunca una transustanciación convirtiéndose en el cuerpo y la sangre de Jesucristo (para el evangélico o protestante nada de sagrado existe en el pan y el vino en sí, sino lo que representan, de hecho quienes toman el pan y el vino lo hacen con sus propias manos).
Es más, la misa es –según la doctrina católica- incluye la repetición real de la muerte de Jesús en la celebración ritual del sacerdote, incluyendo la transustanción real del pan (hostia) y el vino en el cuerpo y sangre de Jesús. Los evangélicos o protestantes defienden que Jesús murió una vez y para siempre, de manera por tanto irrepetible, rechazando de plano la transustanciación de los símboles del pan y el vino. Por lo tanto se rechaza totalmente el concepto de comunión católico, y nada ha gustado que un evangélico relevante como el Primer ministro participe en la misma.
MULTIMEDIA
Pueden ver aquí el video (inglés) en el que se ve a Stephen Harper recibiendo la comunión católica.
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