Papa católico Francisco. |
ROMA, Italia (The Guardian / Protestante Digital) Hasta ahora, la Iglesia Católica ofrecía indulgencias – un certificado que garantiza pasar menos tiempo en el purgatorio - por realizar ciertos actos o tareas, como una peregrinación. Sin embargo los tiempos cambian y en el Vaticano quieren poner este “servicio” a disposición de aquellos que no puedan realizar estos actos, aprovechando las últimas tecnologías y, no podía ser menos, el uso cada vez más extendido de las redes sociales.
Para la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebra en Río de Janeiro a partir del 22 de julio, la Iglesia Católica prepara una indulgencia especial para aquellos católicos que asistan. Y como novedad se ofrece la posibilidad de obtenerla a aquellos que no puedan asistir, pero que cumplan una serie de pautas desde la distancia, también 'online'.
Así, la Sagrada Penitenciaría Apostólica del Vaticano – el tribunal que se ocupa “del perdón de los pecados” - ha extendido el privilegio de obtener esta indulgencia a aquellos que sigan “ritos y ejercicios de piedad” de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) por televisión, radio, y difundan el mensaje del Papa a través de las redes sociales.
El presidente del Consejo para las Comunicaciones Sociales, Claudio Maria Celli, ha advertido sin embargo que no se puede obtener indulgencias “tan facilmente como un café de una máquina expendedora”.
La Penitenciaría decreta que aquellos católicos que deseen obtener esta indulgencia online deberán probar el seguimiento de los eventos “en directo”, a lo que ayudará que sean seguidores de la cuenta de Francisco en twitter. Además la Iglesia Católica ha preparado un portal de noticias, una aplicación para móviles y tablets, y una página en Facebook y Pinterest desde la que seguir al momento la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
“Lo que realmente cuenta es que los tweets que el Papa envía desde Brasil o las fotos de la Jornada Mundial de la Juventud Católica que se suben en Pinterest produzcan un fruto espiritual auténtico en el corazón de todos”, dijo Celli.
“AÑO DE LA FE”
Literalmente el decreto dice que los fieles “legítimamente impedidos” podrán obtener la indulgencia plenaria “si, al cumplir con la habitual oración espiritual, sacramental y, con la finalidad de filial sumisión al Romano Pontífice, participan espiritualmente en las funciones sagradas en ciertos días, a condición de seguir estos mismos ritos y piadosos ejercicios”, sea “a través de la televisión y la radio, siempre con la debida devoción, y a través de los nuevos medios de comunicación social”.
Se concede una “indulgencia parcial” a los fieles que “dondequiera que se encuentren durante la mencionada reunión, al menos una vez y con un espíritu contrito, eleven oraciones fervientes a Dios, concluyendo con la oración oficial de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), y piadosas invocaciones a la Virgen María, Reina de Brasil, bajo el título de Nossa Senhora da Conceição Aparecida”.
Un texto que remarca el carácter mariano de la Iglesia Católica, y que contrasta con el lema de la Jornada Mundial de la Juventud, que son las palabras de Jesús: “Id y haced discípulos a todas las naciones (cf. Mt 28, 19)”, en el“Año de la Fe”, que los fieles católicos son invitados a depositar una vez más en la Virgen y en las indulgencias.
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