QUITO, Ecuador (CBN News / Mundo Cristiano) En un basurero voluntarios cristianos trabajan para que los niños tengan un futuro mejor. Gladis Tupiza, de 48 años, fue una de las primeras en llegar al ex-botadero en Zambiza al noroccidente de Quito, y pionera en recoger plástico, cartón y papel para luego venderlos; ahora ya lleva 27 años de realizar este oficio y tras ella una generación, su hija.
A la estación de transferencia en Zambiza llegan 10 mil toneladas semanales de basura, y en donde 225 recicladores trabajan y ganan de acuerdo a la cantidad de material reciclado; sus ingresos promedio son de 4 dólares semanales.
“Extreme Response” es una guardería cristiana que brinda amor y apoyo a los menores que dependen de los escombros y la basura.
“Misioneros y voluntarios de todas partes del mundo comparten un poquito de su tiempo con estos chiquillos”, dijo Jose Jiménez, otro de los coordinadores de la guardería.
Teresa de Jiménez, coordinadora de la guardería "Extreme Response", dice que ahora los recicladores cuentan una guardería para sus niños, y que actualmente cuidan a unos 25 niños, de 0 a 5 años.
Bonnie Walter, misionera de los Estados Unidos, comenta que “Pero ese espacio, que distrae a los mas pequeños durante horas, cambia cuando sus padres o abuelos vienen a retirarlos para volver a su entorno…. 4 pedazos de tabla triplex, palos y zin, que encontraron en el botadero, y en el interior un comedor improvisado, es su hogar”.
Según una encuesta realizada en el Ecuador por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC), el 12, 8 % viven en la indigencia, el 38.3% en la pobreza y en viviendas con materiales irrecuperables; datos que podrían aumentar, dicen las autoridades del INEC, si no existe el compromiso de las autoridades gubernamentales, seccionales y la ciudadanía.
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