Pastor Jorge Fernández. |
La solución que halló, no solo transformó a la comunidad, sino que ha cambiado el destino de centenares de personas.
Los Guido es un precario en Desamparados, un municipio de San José. Este apareció de la nada hace 25 años, cuando se produjo una invasión de terreno público. Al poco tiempo 50.000 personas vivían allí, dándoles dolores de cabeza a las autoridades.
Maureen Fallas, Alcaldesa de Desamparados comenta: “El lugar no contaba con infraestructura de ningún tipo, ni carreteras, ni alcantarillados. De hecho su población es una población que requiere una atención especial desde la perspectiva social”.
LUZ Y ESPERANZA PARA LOS GUIDO
Los problemas sociales de Los Guido eran graves, y captaron la atención del diputado Carlos Avendaño: “Es una comunidad que tiene una gran cantidad de elementos negativos: pobreza, delincuencia, niñez en abandono y todos los males que conllevan la problemática social de desintegración de los hogares, de la violencia, todos son características de esa comunidad. Ni aun la policía tenía facilidad de entrar, o los cuerpos de la Cruz Roja, o hacer ningún trabajo médico, pues había peligro para entrar en esa comunidad”.
Pero en los años 90, Los Guido dio un giro inesperado y comenzó a mejorar. El gobierno pavimentó muchas calles y construyó nuevos hogares. Los jóvenes comenzaron a abandonar las pandillas y volver a sus estudios. ¿Qué provocó este cambio tan dramático?
La iglesia que se reúne uno de los edificios construidos ha sido clave para la transformación de la comunidad de Los Guido. Y los cambios en esta comunidad, han sido muchos. El cambio comenzó con la iglesia. En el año 2000 Jorge Fernández llegó con un nuevo enfoque para esta pequeña congregación evangélica.
“Siempre he estado convencido que la persona que viene a Cristo no solamente debe convertirse en un miembro fiel y nominal dentro de una iglesia, sino debe convertirse en una persona de bien para una comunidad.
Fernández animó a su gente a abandonar la seguridad del templo para ir en busca de jóvenes en problemas: “Iniciamos un proyecto de ir a rescatar a los jóvenes a los hogares, de ir a los bunker, a buscar a los jóvenes que estaban metidos en un lugar drogándose. De ir a dondequiera que pudiéramos entrar o nos permitieran, para ir y hablar del Evangelio, eso empezó a producir un cambio, a tal punto que el crecimiento, la explosión de conversiones nos atropelló.
FIJANDO LA MIRADA EN LOS JÓVENES
Cuando Michael Duarte y otros dejaron las pandillas para ir la iglesia, Los Guido comenzó a cambiar: “Crecí en este barrio, anduve en pandillas consumí drogas, alcohol. Era alguien que muchas veces lo criticaban y lo señalaban también porque mi forma de ser, muchas veces en vez de hacer amigos hacía enemigos realmente. Entonces cuando yo conocí al Señor le puedo hablar a usted que fue una transformación completa en mi vida”.
“Un joven más en la congregación es un joven menos en la delincuencia, en las drogas, en la prostitución”.
Hoy las pandillas que controlaban Los Guido, han sido reemplazadas por grupos de jóvenes cristianos. Y la iglesia ha crecido a mil miembros, todos en proceso de cambio.
“Son gente que nació, se desarrolló, creció 20, 30 años, pensando que todo el mundo tiene una obligación con ellos. Pero que ellos no la tienen con nadie. Cambiar esa mentalidad requiere tiempo, decirle a una persona, "mire, no piense en lo que le puedan dar, piense en lo que usted puede hacer", son conceptos que chocan.
CAMBIANDO LA MENTE DE LA COMUNIDAD
El pastor Fernández sigue luchando para cambiar la antigua forma de pensar, movilizando su gente para hacer evangelismo y proyectos comunitarios. Ellos representan una ayuda valiosa para las autoridades.
“Porque nos unen las mismas metas, trabajamos con la misma gente, y a la hora de unir nuestros recursos pues maximizamos la labor que se desarrolla en el lugar”.
El gobierno de Costa Rica recientemente sorprendió a la comunidad con una fuerte inversión en un puesto policial, una clínica, y nuevos centros de estudio.
"Y toda ésta inversión del gobierno, yo enfatizo que es parte del milagro que está viviendo esa comunidad".
El pastor Fernández y su congregación esperan repetir el éxito de Los Guido en otros lugares: “Nos hemos salido de la comunidad a otras comunidades, muchas de ellas similares a esta, para llevar el mismo modelo de trabajo, y levantar nuevas iglesias. Ya lo estamos haciendo, estamos trabajando en eso.
El proceso de transformación en Los Guido no ha terminado. Pero algunos líderes ya han sacado sus conclusiones: Cuando la iglesia se va a la comunidad, lo que sucede son cosas impresionantes.
“Que no esperemos, como generalmente se hace, que la gente venga a la iglesia, sino que la iglesia vaya a la gente”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deben ser de acuerdo al tema de la noticia o artículo. Comentarios fuera del tema o agraviantes no serán publicadas. Escribir todo en mayúsculas se considera como gritar y además, dificulta la lectura.