MOSCÚ, Rusia (CBN News / MundoCristiano.tv) Hace veinte años la caída del comunismo en Rusia trajo una nueva era de libertad religiosa y el Cristianismo comenzó a propagarse. Desde entonces, un grupo se enfocó en compartir el evangelio con la nueva generación.
En un pequeño pueblo a unos 4 mil kilómetros al sureste de Moscú. Vanya Zakharov, de 15 años y decenas de huérfanos más, observan una presentación de historias bíblicas mediante el drama y la música.
“Me alegra que viniera esta gente. Esto hizo mi día. He estado aquí nueve años y ya me acostumbré. Mis padres me abandonaron a los seis años”.
Mordvinova Svetlana y un equipo de cristianos rusos y moldavos visitan el orfanato de Vanya al sureste de Siberia: “Nos enfocamos en niños porque son el futuro del país”.
Svetlana y otros en el equipo son parte de un largo grupo de jóvenes que se entrenan para ser la próxima generación de líderes cristianos.
ESCUELA SIN MUROS
Bulychev Ivan pastorea una iglesia evangélica en Minusinsk, Rusia. Por los últimos años ha usado su iglesia como centro para reclutar, enseñar y preparar jóvenes para el ministerio a tiempo completo: “La clave es reclutar gente joven”.
“Tenemos un programa llamado Escuela Sin Muros. Cada año cientos en toda Rusia y países vecinos se matriculan en un programa de dos años sobre cómo ser comunicadores efectivos del Evangelio”, señala Ivan.
Escuela sin muros es una iniciativa de ministerios rusos, que se enfoca en llevar el evangelio a la ex Unión Soviética. El año pasado se matricularon más de dos mil estudiantes de 250 iglesias en Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Moldavia, Uzbekistán, Kazajistán, Tajikistán y Kirguistán.
Mykhailo Cherenkov trabaja con ministerios rusos: “Compartir el Evangelio en Rusia no es fácil. Sí es más fácil desde la caída del comunismo. Pero ahora mucha gente está obsesionada con el materialismo y con el dinero y no tienen tiempo de enfocarse en asuntos espirituales. Nuestro enfoque es motivar jóvenes en el ministerio activo para que vayan y compartan su fe”.
Vera Vasilikova de 19 años es una de las involucradas en escuela sin muros. Cuando no está en clases… la encontrará junto a sus compañeros involucrada en varios proyectos evangelísticos.
“Escuela Sin Muros me ayuda a articular mi fe. Antes me daba miedo compartir el Evangelio con otros. Ya no más”.
Por su parte, Nastya Tumankina, Estudiante de “Escuela Sin Muros” agrega: “Las clases nos dan fundamento teológico. El ministerio de alcance proveen el entrenamiento práctico”.
DESAFÍO PARA ESPARCIR EL EVANGELIO
Y los estudiantes ven los frutos. Recientemente miembros de la Escuela sin muros en Minusinsk interpretaron un musical en un colegio local logrando elogios por parte de la directora Gurkova Elena.
“No soy cristiana pero el mensaje fue muy motivador. Nuestros jóvenes lidian con muchos retos como drogas, sexo y alcohol. Los valores cristianos que estos jóvenes traen son buenos y deben ser compartidos”.
El pastor Bulychev quiere que sus estudiantes recuerden y aprendan de cristianos rusos que sacrificaron sus vidas hace muchos años para ver el evangelio predicado en todo el país: “Esos pastores sacrificaron sus vidas por Jesús. Son semillas de la Iglesia. Nuestros jóvenes saben que el bastón de la fe les ha pasado a ellos”.
Así que hoy en toda la ex Unión Soviética, miles de jóvenes se levantan al desafío y deseo de esparcir el evangelio y expandir el reino de Dios en esta parte del mundo.
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