Por: Pr. Sergio Fratti*
"Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, más no ven; orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos." Salmos 115:4-8.
INTRODUCCION
Cuando vemos estos versículos nos damos cuenta que no hay nadie como Dios, notamos aquí que el único digno de la adoración es Dios.
Pero también podemos ver como podríamos ser idolatras sin tener una imagen de yeso, barro ó madera, en casa; hay gente que hace ídolos de sus líderes espirituales, de sus pastores, de los cantantes cristianos, de los llamados “apóstoles” de hoy, y sin darse cuenta se hacen un gran mal ellos mismos y a sus líderes espirituales.
Este es un problema grave del cual muy poco se habla en la iglesia porque no les conviene, ó porque tienen un falso concepto acerca de la “cobertura”.
1.- EL PROBLEMA DE HACERSE ÍDOLO
Ciertamente ningún ministro del Señor puede decir abiertamente que él induce a la gente a la idolatría de su persona.
Pero vemos que en nuestra naturaleza no esta vencida el área de la vanagloria de la vida. (1 Juan 2:16).
"En el crisol se prueba la plata, en el horno el oro, y al hombre la boca del que le alaba" Proverbios 27:21.
Veamos que problemas pueden venir al que se deja hacer ídolo:
• "No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad". Salmo 115:1.
Se desvía el fluir de adoración que el hombre debe tener hacia Dios.
Cuando un pastor o ministro permite que hagan ídolo de él esta motivando a que la gente quite su mirada de Dios y la ponga en el hombre, los apóstoles antiguos se sentían ofendidos cuando la gente les idolatraba.
"Pedro, al ver esto, respondió al pueblo: Hombres de Israel, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿Por qué nos miráis a nosotros como si con nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a este hombre?" Hechos 3:12.
"Entonces, cuando la gente vio lo que Pablo había hecho, alzó su voz diciendo en lengua licaónica: ¡Los dioses han descendido a nosotros en forma de hombres! A Bernabé le llamaban Zeus y a Pablo, Hermes, porque era el que llevaba la palabra. Entonces el sacerdote del templo de Zeus, que quedaba a la entrada de la ciudad, llevó toros y guirnaldas delante de las puertas de la ciudad, y juntamente con el pueblo quería ofrecerles sacrificios. Cuando los apóstoles Bernabé y Pablo oyeron esto, rasgaron sus ropas y se lanzaron a la multitud dando voces y diciendo: Hombres, ¿por qué hacéis estas cosas? Nosotros también somos hombres de la misma naturaleza que vosotros, y os anunciamos las buenas nuevas para que os convirtáis de estas vanidades al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos." Hechos 14:11-15.
• “Porque han de decir los pueblos ¿dónde está tu Dios?” Salmos 115:2
Se nubla el conocimiento que hay de Dios.
O sea que aunque estos hombres sean de Dios, si hay idolatría hacia ellos LA GENTE NO APRENDE A CONOCER A DIOS.
No se le deja a la gente buscar solos a Dios, se les hace dependiente de las oraciones del ministro, y obviamente eso no les deja desarrollarse en el conocimiento de Dios.
2.- EL FIN DE HACERSE ÍDOLO
"Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, más no ven; orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos." Salmos 115:4-8.
• Primero se es ídolo de plata.
“Los ídolos de ellos son plata y oro” (verso 4).
La plata es figura de la redención.
Todas las ofrendas de redención del Antiguo Testamento eran en plata (Éxodo 30:12-16; Levítico 5:15).
Esto nos enseña a aquellos que se dedican a decir quién es salvo o no, miden a la gente con su medida y lo comparan con su concepto religioso de quien es un cristiano y solo será salvo el que ellos aprueban.
• Luego se es ídolo de oro.
El oro es símbolo de la Divinidad.
Esto nos muestra a aquellos que se creen ser ellos la fuente de la bendición y menosprecian a otros ministros por no tener el “éxito” que ellos tienen. Por eso el que mucho habla el mal de otros pastores o ministros esta en un grave peligro.
• "Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven; orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos." Salmos 115:4-7.
Se pierden los sentidos espirituales del ministro y del pueblo.
Se pierde la manifestación de la Presencia de Dios y si llegan a haber “milagros” probablemente serán por el poder del alma o hasta del enemigo.
Estas actitudes han sido el inicio de errores tan graves como los de: Jim Jones y José Luis de Jesús Miranda.
3.- BUSQUEMOS EL EQUILIBRIO
Debe haber un sano equilibrio en nuestra actitud hacia los Siervos del Señor:
• Se les debe apreciar:
"Hermanos, les pedimos que sean considerados con los que trabajan arduamente entre ustedes, y los guían y amonestan en el Señor. Ténganlos en alta estima, y ámenlos por el trabajo que hacen. Vivan en paz unos con otros." 1 Tesalonisenses 5:12-13.
Una de las maneras en que la iglesia debe mostrar aprecio a sus pastores es sosteniéndoles de manera digna.
"¿No saben que los que sirven en el templo reciben su alimento del templo, y que los que atienden el altar participan de lo que se ofrece en el altar? Así también el Señor ha ordenado que quienes predican el evangelio vivan de este ministerio." 1 Corintios 9:13-14.
"El que esté siendo instruido en el mensaje de Dios debe compartir con su maestro todo lo bueno que reciba." Gálatas 6:6.
"Los pastores de la iglesia que hacen bien su trabajo merecen que se les pague el doble, especialmente los que predican y enseñan la buena noticia. Porque la Biblia dice: No le impidas al buey comer mientras desgrana el trigo. Y también se dice: Quien trabaja, merece que le paguen". 1 Timoteo 5:17-18.
• Se debe reconocer su autoridad:
Si lo que le piden no va en contra de lo que enseña la Biblia, ni pone en riesgo su integridad física y moral, debemos sujetarnos. Nunca debe ser una obediencia ciega.
"Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso." Hebreos 13:17.
• Se debe tener en cuenta que:
- El ministro es lo que es por la gracia de Dios.
"Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo." 1 Corintios 15:10.
No se haga ilusiones, solo es un instrumento, el que opera es Dios.
- Que no son más que hombres imperfectos.
"Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros." 2 Corintios 4:7.
CONCLUSION
Debemos tener cuidado de no caer en los extremos: de hacer ídolos de los ministros ó de menospreciarlos, sino seguir el camino que nos señalan las Escrituras.
Oremos por que el Señor guarde a su iglesia de los abusos ministeriales.
Oremos por que el Señor guarde a sus siervos del abuso de la iglesia.
* El pastor Sergio Fratti es pastor del Centro Cristiano Vida en Santa Ana, El Salvador. Es pastor general de la Red de Iglesias Vida Internacional que tiene iglesias en Estados Unidos, Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Es columnista invitado del periódico cristiano estadounidense "The Christian Post" en español.
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