EEUU: Veteranos discapacitados alcanzan nuevas alturas escalando el Monte Rainier

Sábado 19 de Noviembre del 2011


Veterano americano discapacitado llega a
la cumbre del Monte Rainier en Washington.



WASHINGTON, Estados Unidos (CBN News / Mundo Cristiano) Los militares quienes ponen sus vidas en riesgo por la seguridad del país, hacen un gran sacrificio en el campo de batalla y muchos regresan heridos y quebrantados.

Más de 2 millones de veteranos discapacitados viven en Estados Unidos y es un número que crece cada día.

“Empezó como cualquier día. Yo estaba con un pelotón de reconocimiento”, dijo Derrick Ford, quien sirvió con el ejército en Afganistán donde un explosivo cambió su vida para siempre; “Todo el piso burbujeaba de la energía y el calor que trataban de penetrar”, agregó Derrick.

Ford perdió su pierna en esa explosión; pero la herida que podría debilitar a cualquiera, no logró vencer a este soldado, por lo que se enfoca en probar que es sólo una herida, no una discapacidad.

Derrick lo llevó al extremo, “He saltado de aviones, he buceado en el Caribe, lo que sigue en la lista es escalar una montaña”, dijo el veterano.

El Monte Rainier o como le dicen los lugareños “la montaña”, es uno de los mayores retos para los alpinistas en cualquier lugar de los Estados Unidos, cerca de 13 mil personas tratan de escalarla cada año, sólo la mitad lo logra y en promedio 2 ó 3 mueren en el intento. Es un reto aún para el escalador más hábil.

Otros dos veteranos, uno de ellos también amputado, se unieron a Derrick para alcanzar este volcán activo.

“Camp Patriot” se especializa en llevar a veteranos discapacitados a vivir aventuras, y es el organizador de la escalada.

“Es lo bueno de Camp Patriot, sacarlos, probar cosas nuevas o cosas que hacían antes, pero no sabían si podían hacerlo de nuevo”, dijo Micah Clark de “Camp Patriot”.

Micah Clark, fundador de “Camp Patriot” es un veterano cuya fe cristiana le ha dado un corazón para ayudar a soldados que regresan heridos.

“Les mostramos con el amor y compasión que somos cristianos, que somos patriotas americanos y que alguien los ama y cuida, esa es la base para comenzar. Después puedes abrir la puerta para testificarles”, comentó Clark.

Aunque la escalada es extenuante, la prótesis de las piernas les ayuda a agarrar el terreno cubierto de nieve.

“No los llevamos hasta la cumbre de la montaña, deben hacerlo por su propio esfuerzo. Alcanzando esta barrera les mostramos que tienen habilidades para vivir la vida y no parecer discapacitados”, dice Clark.

Gil Magallanes, un boina verde retirado, es uno de los veteranos discapacitados que escala y dice que estas aventuras extremas ayudan a sobrellevar las heridas mentales de la guerra, “es uno de los factores que me salvó de ser un haragán depresivo, debo seguir desafiándome”, dijo.

La escalada cuenta con un grupo de apoyo que incluye vigilantes, que están para ayudar durante la aventura. Otros son voluntarios agradecidos.

Bob Vera, voluntario de Camp Patriot, dice que “Es mi responsabilidad hacerlo, soy el guardián de mi hermano. Cuando ellos vienen heridos, no es trabajo del gobierno asistirlos. Creo que cada cristiano tiene la responsabilidad de ser guardián de su hermano”.

En este difícil trayecto, alcanzar la cumbre es la parte más exigente de la escalada, los hombres deben usar cuerdas y arneses mientras se enfrentan a temperaturas bajo cero, luchando contra la altitud a cada respiro de un aire delgado.

Sin embargo, y a pesar de lo dificultad, el equipo llega a la cumbre del Monte Rainier a 4.390 metros de altura.

Estos héroes americanos heridos vencen los obstáculos, reactivando su instinto de lucha y probándose a sí mismos que todo es posible.

“Cuando usted ve muchachos con una pierna, pisando fuerte hacia arriba, y piensa en lo que NO puede hacer en la vida, es humillante. Eso es lo que les permite recuperarse de los recuerdos del día que la bomba explotó o que les dispararon”, comentó Vera.