SAN SALVADOR, El Salvador (Canal 27 El Salvador / Mundo Cristiano) Las intensas lluvias que han azotado a Centroamérica en las últimas semanas han dejado más de un centenar de fallecidos y al menos 700 mil damnificados.
El Salvador, Honduras, Nicaragua, y Guatemala, son los países más afectados por el impacto del fenómeno climatológico.
En Usulután, a solo 97 Kilómetros de la capital San Salvador, se encuentra la ciudad de Jiquilisco, una de las zonas más afectadas a causa de las intensas lluvias.
Jiquilisco limita al oeste con el Río Lempa, característica que hace que la zona del Bajo Lempa se vuelva vulnerable; y no solo por las constantes lluvias, sino por las descargas de las presas que se realizan.
Esto ha ocasionado que las personas albergadas aumentaran de 1200 a 6000; colapsando varios albergues, obligando a las autoridades municipales a solicitar el apoyo de las iglesias evangélicas, así lo comentó el alcalde de Jiquilisco David Barahona.
“Los albergues nos han estado brindando su apoyo, en primer lugar por ley el ministerio de educación con todos los centros educativos; el segundo apoyo que hemos tenido y que lo valoramos mucho, lo agradecemos mucho, es el espíritu solidario de las iglesias evangélicas.”
Muchas iglesias evangélicas han prestado sus instalaciones para albergar a hombres, mujeres, niños y ancianos.
Una de ellas es la iglesia Elim Filial Jiquilisco, quien atendió el llamado de las autoridades locales ha brindar su apoyo albergando a personas del Bajo Lempa.
El pastor de la iglesia, Isaac Chorro, dijo, “bueno estado aquí con los hermanos, atendiéndolos, me llaman las autoridades de la localidad, de la municipalidad, que si estamos en la disposición de poder albergar a las personas que se encontraban en el Bajo Lempa, por la sencilla razón de que ya no habían más albergues para poderlos tener ahí, porque ya todos los albergues habían colapsado; y por esa razón acuden a mi persona para que de esa manera atender a las personas que sufrieron los estragos de la tormenta allá en San Marcos Lempa.
Pero bueno, nosotros como iglesia somos una comunidad que estamos para servir, para atender…entonces no podemos cerrar las puertas en una gran necesidad como la que nos encontramos en este momento, ver personas que fueron inundadas, que estaban con frío; no pudimos resistirnos”, añadió Chorro.
El papel de la Iglesia Evangélica no es solamente predicar el evangelio desde un pulpito sino mostrar el apoyo y acompañamiento a las personas que más lo necesitan modelando así el ejemplo de Jesucristo.
“Realmente este es el momento en que no se trabaja con la mente sino que se trabaja con el corazón”, dijo el pastor.
Ahora, el reto es reconstruir El Salvador, ya que se estima que alrededor de 277 mil 940productores fueron afectados por las lluvias, y aunque se salvaguardo la vida humana que es lo más importante, muchos tendrán que empezar de cero debido a que lo perdieron todo.
El Salvador al igual que otros países en Centroamérica, están a la espera de ayuda internacional.
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