SAN SALVADOR, El Salvador (The Christian Post) Durante una vigilia de la Iglesia “El Altar de Dios”, dos secuestradores irrumpieron en sus locaciones para secuestrar a 30 personas, después de 7 horas de negociaciones lograron rescatar niños y mujeres, aunque al poco tiempo también a los hombres restantes.
Los autores del secuestro fueron un mayor de edad y otro de 16 años, la policía afirma que el plagio se llevó a cabo a las 3 de la madrugada mientras los fieles celebraban una vigilia por lo que se planificó, pues además de que los secuestradores no eran de la zona, la hora y su lugar de origen indica que ellos son de otra región.
Cuentan también que irrumpieron el lugar a las 2 de la madrugada con cuchillos de combate y dos fusiles M-16, armas que José Mercedes Miranda de 50 años explicó que poseía desde la guerra.
Entre las investigaciones del plagio se encuentran hipótesis de que fueron ayudados por alguien de la región para llegar hasta el lugar de los hechos en el Caserío del Carmen, Cantón Guaycumé, Guazapa, pues ellos viven en los alrededores del municipio de Suchitoto, Cuscatlán.
“Estamos indagando si existen otras personas que habrían participado. Los detenidos no son del lugar, por consiguiente han tenido una planificación. Podrían haber otras personas involucradas”.
A pesar de que las investigaciones apuntan a una planeación de los hechos, los pobladores de la región afirman que nunca habían visto a los criminales.
La policía explicó que los delitos que se les imputarán aún no pueden ser declarados, pues puede ser secuestro agravado o privación de la libertad, aunque afirman si tendrán portación ilegal de armas de fuego.
Las declaraciones y testimonios indican que los dos hombres irrumpieron el lugar encapuchados y con sombreros azules. El mayor cargaba una mochila y municiones para las armas en una bolsa negra, acompañados de dos celulares que no utilizaron durante el arraigo.
Después de haber entrado al lugar, las negociaciones comenzaron 40 minutos después, pues la policía asistió rápidamente al lugar.
“Pedimos autorización para disparar en varias veces. Ellos (secuestradores) se paseaban pro toda la iglesia y ahí tuvimos la oportunidad de matarlos, pero no era la intención”, explicó un integrante del Grupo de Reacción Policial (GRP) a un jefe policial.
Fue cuando a las 7:30 de la mañana las negociaciones comenzaron formalmente por parte del personal de la porcuraduría de los Derechos Humanos.
Después de la detención de los plagiarios, estos declararon el por qué de sus hechos afirmando, “Hago esto porque hay muchas injusticias en las cárceles. A veces sólo agarran a las personas y no les importa que los niños sufran. Yo tenía las armas en mi casa desde la guerra. Soy agricultor y tengo una hija presa”.
A pesar de sus actos, afirmó no ser pandillero ni tampoco haber participado con más gente para realizar el secuestro.
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