MANILA, Filipinas (News Anchor & Reporter / Mundo Cristiano) Dos poderosos tifones golpearon la misma región de las islas filipinas en menos de una semana creando un desastre humanitario.
Más de 56 personas murieron y miles están sufriendo a causa de las aguas que inundaron sus hogares.
Las tormentas inundaron regiones agrícolas en el centro y norte de Filipinas. La situación empeoró cuando oficiales abrieron dos represas que no podían contener las aguas.
Provincias como Bulacan, a dos horas de Manila, estuvieron bajo agua durante una semana. Canoas, camas de bambú, y otras lanchas improvisadas se usaron para transportar personas y provisiones a los familiares.
“Ya no tenemos arroz. Por eso tuvimos que salir a comprar alimentos porque no ha llegado ninguna ayuda. Hay mucha gente en nuestro pueblo que necesita ayuda”, dice Celia Belisario, afectada por las inundaciones.
AYUDA A FAMILIAS AFECTADAS
Una lancha comprada por la Red Cristiana de Radiodifusión (Christian Broadcasting Network, CBN) ayuda a oficiales a rescatar y traer ayuda a la gente. La corresponsal Lucille Talusan fue parte del equipo.
“Estamos navegando por encima de los arrozales que ahora están bajo cinco metros de agua. Estamos rescatando a algunos aldeanos que todavía están en sus casas y no han sido rescatados”.
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| Filipinos recorren las vías inundadas por la tormenta tropical "Ramón". |
El equipo encontró a la familia Escudero después de que el voluntario Bimboy Saki recibió un mensaje de texto pidiendo ayuda. Lydia Escudero narra los dramáticos momentos que vivieron; “me estaba desesperando y poniendo nerviosa porque temía que el agua, siguiera creciendo”.
“Mi hermano nos envió un mensaje para que evacuáramos, pero no había cómo hacerlo. El envió el mensaje de texto. Estuvimos orando para que Dios nos ayudara. Toda nuestra agua potable se había acabado y no había manera de salir para buscar provisiones”, dice Joel Escudero.
Las labores de rescate se extendieron por varios días. Así lo confirma uno de los colaboradores, Bimboy Soque; “Dios nos guió y los encontramos, pero estaba oscuro y las olas fuertes así que prometimos regresar hoy día. Pero gracias a Dios porque también pudimos rescatar a siete personas más, y reunirlos con sus familias”.
“Realmente Dios los envió. Yo veo el Club 700 y me anima escuchar testimonios de personas que reciben milagros y hoy experimenté que Dios es real y que El siempre está aquí con nosotros”, dice Lydia Escudero.
Mientras tanto, otras víctimas se alegraron con la comida y agua que recibieron de la Red Cristiana de Radiodifusión (CBN) y voluntarios cristianos. Para ellos, el sencillo hecho de que hay gente que se preocupa por venir a ayudarles, hace la diferencia.
“CBN es realmente una gran ayuda porque, aparte de nuestras necesidades físicas, ustedes vienen a darnos esperanza y a levantar nuestro espíritu”, dice Joel Escudero.
La Red Cristiana de Radiodifusión (CBN) también está dando ayuda médica a las víctimas en otras provincias y su personal y voluntarios seguirán dando ayuda en los días que vienen.
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